El abasto de agua potable en la ciudad está amenazado y sus consecuencias empezamos a sentirlas. Desde diciembre de 2008, el Ayuntamiento encabezado por Jorge Lozano Armengol concesionó el servicio en tres colonias del poniente a una empresa del fraccionador Carlos Gerardo López Medina, empresario que se ha caracterizado por menoscabar el patrimonio municipal, y quien ya opera el servicio a pesar de que debió esperar a que el Congreso del Estado ratificara el acuerdo de cabildo, lo que no ha ocurrido.